¿Te han traicionado alguna vez y sigues sin sanar la herida? Necesitas las Claves para aprender a perdonar
La traición se manifiesta fuera, si solo si la tienes en tu interior. Esta mirada es la que permite que puedas asumirte responsable de tus emociones, pensamientos y elecciones. Atender el concepto que posees sobre lo que es traición también aporta para la liberación, dado que ninguna persona puede dañarte emocionalmente .
Si lo asumes como un engaño, mas allá de el haberse acostado con otra persona, entonces debes mirar en que parte de tu vida te estas engañando que el otro te lo muestra y al no reconocerlo en ti, entonces asumes que es el otro el culpable.
Entre las claves que me han servido para sanar la herida de la traición están:
- Asumirme responsable de mis emociones: La forma como yo interpreto las acciones que el otro realiza es lo que hizo a diferencia en mi vida, entendí que yo elijo como sentirme frente a esas acciones, y que eso está íntimamente relacionado con mi niña interior. Allí están mis heridas que luego asociaba con las acciones del otro
- Aceptar que el otro no puede dañarme emocionalmente: Las herida de abandono adquirida en la niñez, es la causante de mantener viva esa situación en la cual estaba constantemente atrayendo a mis relaciones la traición. Al hacerlo consciente pude dar un paso hacia adelante.
- Reconocí la historia de mi madre : Al reclamarle a mamá el supuesto abandono, vivía llena de resentimiento y con el sentimiento de vacío, alejándome de la conexión con la vida, que es justo lo único que requería para ser feliz. Al no aceptarla tal y como es, me niego ese beneficio.
Recupere la confianza en mi: Para recuperar esa confianza requieres acudir al perdón, pero no todo el mundo consigue aprender a perdonar, ya que a menudo se considera que el perdón consiste en olvidar lo sucedido.
Y la respuesta, precisamente, consiste en todo lo contrario. Perdonar es recordar, pero aprendiendo de lo sucedido.
Se trata de conectar con esas emociones como el dolor, la ira, la hostilidad, la rabia, el odio, el resentimiento e incluso la venganza las cuales deterioran tu salud.
Es necesario asumir el sufrimiento y dejarlo ir sabiendo que has superado ese obstáculo, teniéndolo presente y dándote cuenta de que todas las personas pueden traicionar en algún momento de la vida. Las circunstancias y las situaciones a veces llevan a actuar de manera diferente a lo que se espera.
Incorpore el perdón a mi vida: El perdón te libera. A medida que aprendas a perdonar, muchos problemas (posiblemente incluso problemas de salud) desaparecerán gradualmente. Será como si pudieses ver tu vida desde arriba y pudieses ver la forma más fácil de llegar a donde quieres estar.
A medida que aprendí a perdonar, las habilidades que habían estado latentes en mi interior surgieron , y descubrí que yo misma era una persona mucho más fuerte y más capaz de lo imaginado previamente.
Entendí que el perdón me lo otorgaba a mi, para poderme liberar de lo que me oprimía.
Si no quieres aprender a perdonarte a ti mismo para beneficiarte; entonces, aprende a perdonar para que puedas beneficiar a otros.
Aprender a perdonar sólo puede ayudarte; no puede hacerte daño.
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El perdón no supone la inexistencia de sentimientos de rabia, de ira o de venganza. El problema no está en tener esos sentimientos o pensamientos, sino en actuar dejándose llevar por ellos perdiendo de vista intereses más importantes.
Por esta razón, las 3 claves para aprender a perdonar son vitales para poder continuar y llevar nuestra vida como nos gustaría.
Entonces ¿Qué hacer para lograrlo?
3 Claves para aprender a perdonar
1-Aceptación: Reconocer que nadie puede dañarte emocionalmente, eso lo haces tú cuando no aceptas las acciones del otro y lo culpas de tu dolor.
2-Necesidad de comprender: Aceptar que el otro no acciona para dañar, no eres el centro de la relación, él también tiene su propio mundo y desde allí acciona. No te lo tomes personal.
3-Soltar y dejar ir: Asumir la responsabilidad de tus acciones y dejar de culpar al otro de lo que te corresponde a ti hacer. Lo que es tuyo nadie te lo quita, pero lo que no, debes soltarlo para que recuperes tu libertad.