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DIME CÓMO TE HABLAS Y TE DIRÉ CUANTO TE AMAS

 

 

El poder de la palabra es innegable, a través de ella puedes construirte o destruirte. Desde esta premisa es tan relevante hacerte ver que la forma como te hablas es lo que hará que te conviertas en esa versión que puede estar ganada a sentirse merecedora, abundante, inspiradora, creativa, amorosa, inteligente, habilidosa, asertiva, divertida, carismática o por el contrario sentirte insegura, desconfiada, nula, negativa, torpe, fea. ¿En qué estriba la diferencia? . Simplemente en la manera como te hablas.

¿De dónde aprendiste hablarte de esa forma tan negativa?

Viene de las miradas de tu niña interior, donde ella interpreto las acciones que realizaron mamá, papá o los cuidadores  que tuviste desde la carencia afectiva, al pensar que fue abandonada, rechazada, criticada, traicionada, excluida. Es importante señalar que esa interpretación no tiene nada que ver con los personajes antes  mencionados. Todas esas miradas dieron origen a las creencias que luego asumiste como una verdad absoluta y desde allí salen las palabras que usas para describirte y relacionarte a diario contigo.

La adulta se asume ahora como una mujer que constantemente expresa: No se hacer nada, todo me sale mal, es difícil cambiar, soy un desastre, nadie me quiere, la vida es una calamidad, no tengo ganas de hacer nada, me siento mal, me cuesta hablar, mejor me quedo callada, nadie se fija en mi. Estas palabras hacen su trabajo llevándote a vivir la vida del hámster, te mantienes en la rueda y cuando te cansas dejas que ella gire solita, manteniéndote apegada a lo que no deseas.

Desde aquí sobrevives y no logras un resultado diferente porque te niegas a reconocerte como la creadora de todas esas palabras que merman tu amor propio y autoestima. Para dar el paso de transformación es necesario  que hagas estos pasos:

  • Reconocerte como la creadora de tus palabras.
  • Asumir que debes perdonarte a ti, por usar al otro como excusa para lastimarte.
  • Brindarte el permiso para soltarla queja, excusa y la resistencia  asumir la responsabilidad de tus creaciones.
  • Observar los efectos que producen las palabras negativas en ti y elegir cambiarlas.

Empezar por cambiar las palabras negativas que usas para definirte:

Víctor Frankl psiquiatra judío que estuvo en Auschwitz un campo de concentración, y él decía los nazis me pueden quitar todo, mi familia, mi dinero. Todo se lo quitaron su libertad, su alimentación, pero hay una cosa que no me pueden quitar y es que yo decido en que voy a pensar. Eso nadie te lo puede quitar,  lo que está pasando en tu mundo interior TÚ SIEMPRE, SIEMPPRE , SIEMPRE, ESTÁS EN CONTROL del significado que le das a las palabras que te dices.

Si te quedas en el papel de la victima no podrás hacer cambios en tu vida, porque estas esperando que sea el otro quien accione para que tu pedas sentirte feliz. Él decir tu me haces sentir, triste, sacas mi peor versión, me dañas muestra claramente tu dependencia emocional y desde allí hablas desde el tu y no desde el yo.

Hacerte consciente entonces del cómo te hablas y reconociéndote como la creadora de tu realidad podrás retomar tu amor propio  y empezar a usar las palabras a tu favor, la  trasnformacion  se produce al aceptar el pasado y empezar a cambiarlo en el presente .

 

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