¿Qué hago para recuperar la confianza?
La confianza es algo que se aprende desde nuestro nacimiento. A lo largo de nuestra vida hemos aprendido a confiar o a desconfiar, con nuestra madre y padre allí está la base de ambas, desde ese modelo aprendimos a relacionarnos.
Si desde la mirada infantil generaste abandono, incredulidad o desamor, tú no podrás confiar en los demás, simplemente por el miedo a revivir el dolor ya pasado.
La necesidad de dependencia con la que nacemos para que nos cuiden y protejan viene de un impulso biológico innato que nos lleva a relacionarnos con quienes cuidan de nosotros, la experiencia como hijas e hijos es fundamental en el desarrollo de la confianza, pero no definitiva, pues las relaciones significativas que mantenemos en nuestra adolescencia y vida adulta también contribuyen a dicho aprendizaje.
¿Cómo confiar en ese otro si tu mundo interior está lleno de desconfianza?
No se puede hacer si no asumes que las acciones que el otro hace no te las hace a ti, son sus elecciones que señalan que está buscando llenar un vacío, o vivir una experiencia e inevitablemente lo va a hacer repitiendo el patrón familiar.
Independientemente de la razón, lo importante aquí es que tengas claro que la confianza empieza en ti, es por eso tan importante que empieces a mirarte, escucharte, observarte en que parte de tu vida estas siendo insegura y que tu pareja te lo muestra en el exterior.
La confianza se fortalece en ti no por las acciones que ese otro realiza, sino por quien eliges ser tú al momento de relacionarte.
Si te empeñas en exigir lo que no eres capaza de ofrecerte, estarás condenad@ a vivir en el sufrimiento.
¿Acostumbras a confiar o desconfiar?
Cuando nos preguntamos si existe la pareja ideal, estamos proyectando un tipo de pareja. Esta idea de pareja está condicionada por nuestro sistema de valores y nuestras creencias.
Te imaginas a ese hombre o mujer en el cual puedes confiar, que te hace sentir segura, que no miente y siempre este allí para ti.
Ese ideal solo se puede tener si tu estas dispuesta a ofrecer eso que estas exigiendo.
En realidad, la pareja que tenemos siempre es perfecta para nosotros. De hecho, nos enamoramos por resonancia, es decir, nos sentimos atraídos por personas que tienen la misma información que nosotros.
Estamos siempre ante nosotros mismos, por lo tanto, la pareja que tenemos siempre es la ideal.
Nuestra responsabilidad es hacernos conscientes que la única manera de obtener la confianza en el otro es generándola primero en nosotros mismos, de esa manera se puede llegar a donde nuestra madre y padre no supieron, no quisieron o no pudieron llegar, aprender de sus errores e integrar sus cualidades.
No hay mejor forma de honrar a tu sistema que desarrollando una mirada diferente sobre la confianza. Esa que te ofrece libertad porque ya no esperas nada del otro, sino que crean juntos desde la equidad e igualdad.