fbpx

¿Qué son las Creencias y por qué son Relevantes?

Las creencias son como los pilares invisibles que sostienen nuestra mente y nuestra vida. Son esas ideas o pensamientos que damos por verdaderos y que nos mantienen en un ciclo apegados al sufrimiento, cuando no queremos soltar desde la responsabilidad consciente la excusa, el juicio o la culpa..

Las creencias nos guían, nos orientan y nos ayudan a interpretar el mundo que nos rodea. Aquí te cuento más sobre ellas:

 

Imagina que las creencias son como las gafas que usamos para ver la realidad. A veces, estas gafas son transparentes y nos permiten ver con claridad. Otras veces, están empañadas o distorsionadas, afectando nuestra percepción. Ellas  nos recuerdan quiénes somos y qué nos define.

El cerebro utiliza las creencias para procesar información rápidamente. nos ayudan a adaptarnos al caos del mundo. Son como filtros que procesan la información que recibimos. Si creemos que todos son malvados, veremos maldad en todas partes. Si creemos que hay bondad, la encontraremos.

Influyen en nuestras actitudes y acciones. Si creemos que el éxito es posible, trabajamos duro para lograrlo. Si pensamos que es imposible, nos quedamos en la zona de confort.

Cambiar creencias limitantes es como abrir una ventana en una habitación cerrada. Nos permite respirar aire fresco y ver nuevas posibilidades. Es como decirle al universo: “¡Ey, estoy lista para más!”.

 

Nos ayudan a categorizar y evaluar situaciones sin pensar demasiado.

 

 

Tipos de Creencias:

Individuales y Colectivas: Las creencias sobre nosotros mismos (individuales) y las que compartimos con otros (colectivas).

Limitantes y Potenciadoras:

Limitantes: Nos frenan, nos dicen que no podemos lograr algo. Ejemplo: “No soy lo suficientemente bueno”.

Potenciadoras: Nos impulsan, nos animan a alcanzar nuestras metas. Ejemplo: “Puedo aprender y crecer”

 

Las Trampas de las Creencias Limitantes

  1. El Monstruo del “No Puedo”: Las creencias negativas nos atan. Si piensas que no puedes, entonces no puedes. Es como si tuvieras un monstruo en el hombro que te susurra: “No lo intentes, no vas a poder”.
  2. La Autocrítica Implacable: Las creencias limitantes nos hacen ser nuestros peores críticos. Nos castigamos por cada error. “¡Ups, metí la pata otra vez!”, nos decimos. Pero, ¿y si en lugar de criticarnos, aprendemos de nuestros errores?
  3. La Zona de Confort Cementada: Las creencias arraigadas son como una zona de confort con cemento. Nos quedamos ahí, aunque no sea el lugar más feliz. “Mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer”, pensamos.
  4. La Mentalidad de Escasez: Si crees que el dinero es malo o que no mereces tenerlo, te atas las manos. Es como si el universo te dijera: “Aquí tienes un poco de escasez, ¡disfrútala!”.

 

 

¿Qué Puedes Hacer?

  1. Detecta tus Creencias:

Creencia Limitante: “Nunca soy lo suficientemente bueno para este trabajo.”

Acción: Escribe esto en tu diario: “Creo que no soy lo suficientemente bueno para este trabajo. ¿Es esto realmente cierto o solo una historia que me cuento a mí mismo?”

  1. Dale un Abrazo a tu Monstruo Interior:

Monstruo del ‘No Puedo’: Imagina a un pequeño monstruo en tu hombro que dice: “No puedes hacerlo”.

Acción: Agradécele al monstruo por su preocupación, pero dile: “Gracias, pero no necesito tus consejos hoy. Estoy listo para intentarlo”.

  1. Cambia el Disco Rayado:

Creencia Negativa: “Siempre me equivoco en todo”.

Disco Nuevo: “A veces cometo errores, pero también aprendo y crezco”.

  1. Sé tu Propio Fan:

Fan Número Uno: Imagina a tu fan más entusiasta. ¿Qué diría sobre ti?

Acción: Cree eso. Por ejemplo: “Eres increíblemente valiente y capaz. ¡Vas a lograrlo!”

Deja un comentario