¿Y cómo se hace para elegir bien y no salir lastimada?

Lo primero que hay que tomar en cuenta a la hora de elegir la pareja es tener presente que esa persona no esta para hacerte feliz. Esta premisa hace posible que te enfoques previamente en cuales son tus necesidades insatisfechas adquiridas en tu niñez y te asumas responsable de ellas. ¿Por qué esto es necesario? Simplemente porque así evitaras estar esperando que el otro realice acciones para que tu puedas sentirte feliz. La felicidad es una elección de vida, la cual se comparte no se exige.

Una persona que tiene claro esas premisas asume que la relación de pareja es entre iguales, y que desde la elección de ambos de estar en esa relación asumen los desafíos que implica convivir en pareja

La mejor forma para saber si la persona que has conocido es la pareja ideal  con la que puedes compartir tu felicidad es que le expreses desde el comienzo tus necesidades con claridad, y la manera adecuada de hacerlo es recurriendo a la comunicación asertiva 

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Para ser felices en pareja se hace necesario encontrar el modo de expresar nuestras necesidades con claridad y atender a las de nuestra pareja. Tener claro que ambos son seres completos que requieren satisfacer sus necesidades individuales sin la intervención de la pareja es muy importante, al igual que el mantener ambos el circulo de amistades.

 

Así, es importante elegir desde el deseo de una pareja y no desde la necesidad imperiosa de tener una pareja, ya que esta última surge de la dificultad de estar con uno mismo en soledad; de ahí esa búsqueda desesperada e indiscriminada de otro que llene esa falta.

Estar solo suele asociarse a la desvalorización, a sentirse no querido, segregado, no aceptado, marginado, rechazado, abandonado. Se emparenta con la tristeza, la angustia y la depresión. Lo que hace que las personas no deseen estar solas. Sin embargo si se dificulta convivir con uno mismo, entonces el hacerlo con el otro estará sometido a un conflicto en la relación, dado que se colocara un nivel de exigencia que el otro no podrá cubrir .

Tener entonces presente que para que se pueda elegir bien a la pareja y no sentirse lastimada, requiere de la toma de consciencia  en el reconocimiento que la pareja llegara hasta donde tu se lo permitas, que él te tratara de la misma forma como tu te trates, y que el otro no puede dañarte emocionalmente si tu no entregas tu poder.

No se espera que el otro se convierta en lo que tu deseas, si no que accionas tú,  para convertirte en esa persona que  si es merecedora de tener a ese hombre. Allí esta el secreto dejar de ser la vieja tú para convertirte en la nueva que elige y se hace responsable de su elección.

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